ACADEMICO: Juan Francisco Lucio Marquez. 98º Cabeza de América Central (México).
Imagen de ©Gaetanne Lavoie – Teddy and Uzi
No existe algo si no le das entrada. Simple. Aunque se esfuerce el marketing, las redes, la agenda política o ideológica en turno, de moda o en tendencia. No existe, si no lo quieres. Como el vampiro que para poder entrar a una casa necesita pedir permiso, toda forma de pensamiento a la que le das un NO, no existe, no respira y está muerta. Afuera puede deambular como fantasma, asesino o quimera, pero solo el que la busca la encuentra. Tu templo que es tu mente, es la única casa de tus certezas. Aprende a cerrar la puerta a lo que no quieras.
Ahí se los dejo de tarea.
Buenas tardes.
Comparto mi semblanza personal: Licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales.
En la vida, tenemos oportunidades para cambiar los errores del pasado para perdonar las humillaciones recibidas,para sanar nuestra alma de los rencores, para entender que el ayer ya fue...
Imagen de ©Enzzo Barrena – Drowned Blue
Le voy a dar un consejo, ríndase. Quizás nadie le va a decir eso, pero ríndase y fluya. Vivimos tan atados al ser, que la imperturbabilidad se torna utópica. En el occidente, tenemos tan clavada la idea de transcender —por medio del éxito o el sentido de vida— que nos angustia o frustra si no alcanzamos ese cauce.
Así que déjese ir y entienda que hay cosas que no puede ni debe cambiar. Eso que llamamos orden natural, universo o omnipresencia no tiene emociones, no desea su bien o mal, no confabula a su favor o en contra. Es y ya. Acepte, abrace y quiera sus derrotas, sus victorias o sombras. Que más le da.
Se lo dejo sobre la mesa.
01. Juan Francisco Lucio Marquez. 98º Director de América Central (México).
02. Jaime Alejandro Velázquez Martínez. 33º Director de Oaxaca (México).
03. Mónica Marín. Redactora de México.
Siempre hubo médicos, quizás antes los llamaban chamanes, comadronas o esenios. Siempre hubo químicos, quizás antes los nombraron hechiceros o alquimistas. También siempre hubo poetas, con todo y sus musas, daimones u oníricas. Sea lo que sea en lo que te desenvuelvas, siempre hubo y seguro habrá quien lo haga después.